De romperse el acuerdo comercial con México, hay peligro para nuevas armadoras automotrices.
CIUDAD DE MÉXICO — Si Brasil concluye el Acuerdo de Complementación Económica 55 (ACE 55), las inversiones que oscilan en los 3,300 mdd anunciadas ya para nuevas plantas productoras de vehículos que están en puerta para México, tendrán que revisarse, dijo Arturo Rangel, presidente del Comité de Comercio Exterior de la Industria Nacional de Autopartes.
Este es un escenario poco alentador, pero posible, toda vez que Marco Aurelio García, Asistente Especial para Asuntos Internacionales de la Presidencia de Brasil, declaró al diario O Brasil, que su país buscará incrementar a 65% sus requerimientos de reglas de origen o de integración nacional debido al déficit en la balanza comercial en el sector automotriz con México.
Actualmente el acuerdo establece como límite y regla, que el contenido regional debe ser de al menos 50% (ya sea combinación entre componentes brasileños y mexicanos o producidos en uno de los dos países).
Armadoras como Honda y Mazda tomaron esta base para realizar su expectativas e invertir en el país, (la primera de traer 800 mdd y la segunda 500 mdd), pues el mercado brasileño influyó para que se decidieran por México para exportar al mercado sudamericano, automóviles subcompactos principalmente.
México cumple con los requerimientos de integración del ACE 55 (algunas armadoras como Nissan que exportan el March, Tiida y Sentra, tienen hasta 80% de integración), pero existen otras, como algunos modelos de Honda, que incluyen un elevado porcentaje de piezas provenientes de Japón.
Arturo Rangel indicó que Brasil busca una medida proteccionista para su industria automotriz, pues de elevarse el requerimiento a más de 50%, se cierra el mercado a algunas exportaciones mexicanas.
Esto debido a que muchos de los componentes, principalmente electrónicos, que las armadoras utilizan y que se importan de Estados Unidos, Canadá y Japón, tendrían que sustituirse por regionales y ni México ni Brasil los producen.
Nissan Mexicana, que acaba de anunciar una inversión de 2,000 mdd para una nueva planta en Aguascalientes, aún está en espera de que haya resultados concretos de las negociaciones de ambos países, señaló Ángel Sánchez, vocero de la armadora en México.
Por otra parte, Héctor Moreno, investigador del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (Itesm), agregó que con esta actitud Brasil demuestra que porque en un año tuvo un déficit frente a México, pretende cambiar las reglas del juego.
“Este tipo de medidas a la larga son contraproducentes, porque al proteger Brasil a su sector automotriz, afectará otras exportaciones hacia nuestro país, porque es de esperarse que México aplique medidas semejantes, una respuesta hacia exportaciones brasileñas. Ahí es donde se puede presionar para negociar”, anotó.
La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), ha guardado silencio respecto a lo que sucede con Brasil, pues a decir de Eduardo Solís, presidente del organismo, quieren una solicitud formal de los brasileños para analizarla.
Esta solicitud la esperaban el viernes 17 de febrero pasado, pero hasta el momento no hay pronunciamiento.
Fuente: Manufacutura.Mx
Por: Shaila Rosagel
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